Memorias.

 

En la historia, cultura, desarrollo de las ciencias, tecnología, fotografía, cine y familia, entre otras materias, va quedando en la memoria colectiva la huella y testimonio de los pasos que damos en esta aventura humana.

Y en la esencia de nuestra individualidad habitamos la memoria y otras herramientas que nos permiten identificarnos a nosotros mismos, desarrollarnos, reconocernos, pertenecer, compartir y amar.

Gracias a la memoria conocemos nuestras características personales, identidad, virtudes, talentos y oportunidades de mejora, las nuestras, y la de los otros/as, son  los rasgos y conceptos  que nos definen y nos  permiten convivir e ir dando respuestas al entorno desde este baúl de conocimiento y habilidades aprendidos y acumulados en la memoria procedimental durante el transcurso de nuestra biografía.

Las experiencias que procesa nuestro cerebro para constituirnos como seres sociales,  orgánicos, manifestantes de la vida ha sido objeto de estudios y precisiones que bien vale repasar para comprender lo sofisticados  que podemos ser.

Tipos de memoria

Se subdividen en función de diferentes características. Algunos de los principales tipos de memoria son los siguientes:

  1. Memoria sensorial: Esta memoria retiene brevemente la información que recibimos a través de los sentidos, como la vista, el oído y el tacto. Se divide en memoria icónica (visual) y memoria ecoica (auditiva). La memoria sensorial nos permite tener una experiencia continua y coherente de nuestro entorno.
  2. Memoria a corto plazo: También conocida como memoria de trabajo, es la capacidad de retener y manipular información durante un breve período de tiempo. Nos permite recordar información a corto plazo y utilizarla en tareas mentales, como seguir instrucciones o resolver problemas.
  3. Memoria a largo plazo: Es la capacidad de retener información durante períodos prolongados de tiempo. Se divide en memoria explícita (consciente) y memoria implícita (inconsciente). La memoria a largo plazo nos permite recordar eventos pasados, conocimientos y habilidades aprendidas.

En la memoria a largo plazo, encontramos otra división:

a.-Memoria episódica: Esta memoria nos permite recordar eventos y experiencias personales específicas, como la memoria de un viaje o de un evento importante en nuestra vida.

b.-Memoria semántica: Es la memoria del conocimiento general sobre el mundo y las palabras. Nos permite recordar conceptos y hechos, como recordar el significado de una palabra o el nombre de un país.

c.-Memoria procedimental: Esta memoria almacena habilidades y procedimientos aprendidos, como montar en bicicleta o tocar un instrumento musical. Es la memoria que se utiliza para realizar acciones automáticas y habilidades motoras. Es un sistema de memoria a largo plazo que participa en el recuerdo de habilidades motoras y cognitivas necesarias para realizar una tarea. Se trata de un sistema ejecutivo que guía la actividad y funciona a nivel inconsciente, lo que significa que el acceso a los recuerdos y su utilización se realiza sin la necesidad de una atención consciente. Este tipo de memoria se adquiere a través del aprendizaje procedimental, que consiste en la repetición (patrón) de una actividad compleja hasta que se adquiere la capacidad de que todos los sistemas neuronales implicados en la ejecución de la tarea trabajen de forma conjunta y automática. La memoria procedimental se considera una forma de memoria implícita y es esencial para el desarrollo de cualquier tipo de habilidad motora o cognitiva. También se sabe que existen dos tipos de memoria procedimental, una enfocada en la adquisición de hábitos y destrezas que está situada en el sistema estriado del cerebro, y otra más sencilla dispersa por todo el cerebro que posibilita el procesamiento paralelo en muchas estructuras al mismo tiempo.

En resumen, los tipos de memoria humana se dividen en memoria sensorial, memoria a corto plazo y memoria a largo plazo, que a su vez se subdivide en memoria episódica, memoria semántica y memoria procedimental.

Cada tipo de memoria cumple una función específica en nuestro funcionamiento cognitivo y nos permite recordar y utilizar la información de diferentes maneras.

La buena noticia es que podemos acceder al tesoro de talentos y habilidades que hemos almacenado en nuestra memoria procedimental, a través del estudio del hilo gráfico, es decir la escritura, además escribir es uno de los  aprendizaje guardado en esta memoria.

Con el estudio de una muestra gráfica podemos sintonizarnos con las tendencias y apetencias en nuestra manera de proceder, hacer, elegir, etc…

Este estudio muestra  aprendizajes, talentos, apetencias y tendencias es decir, patrones de conducta los que observados de manera ordenada y sistematizada enriquecen procesos de autoconocimiento y dan  un gran  up grade en la disolución de conflictos personales, que requieren ser atendidos por medio de terapia y/o procesos con aprendizajes individualizados.

Podemos aprender mucho de nosotros mismos y de nuestra conducta aplicando este instrumento que nos enseña nuestro potencial disponible y aquél que requiere desarrollo según el alcance de nuestros objetivos y metas para mejorar nuestra experiencia de vida.

Te invito a  un proceso de autoconocimiento para  darte cuenta de las  tendencias  y patrones conductuales que te acompañan y detectar aquellos que necesitan ser atendidos.

Además puedes aprender cuál es tu estructura de talentos que te permitirán desarrollar una profesión, por lo tanto si aún no defines o no estás segura/o  de qué nuevos pasos dar, es el momento de acercarte a tus talentos.

Puedes conocer  tu estilo de liderazgo y observar sobre qué recursos puedes orientar tus acciones para una mayor confianza, integrando y reconociendo tus mejores aptitudes.

Agenda en el + 56 99540 1067.

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